El exgobernador de Puebla, Mario Marín, conocido como el “gober precioso”, dejará la prisión para continuar su proceso en prisión domiciliaria, una medida que ha causado indignación en diversos sectores. Marín enfrenta cargos por el secuestro y tortura de la periodista Lydia Cacho, quien ha sido una firme denunciante en este caso.
La jueza Angélica del Carmen Ortuño Suárez fue la encargada de cambiar las medidas cautelares, ordenando que Marín porte un brazalete electrónico, además de retirarle el pasaporte y la visa, imponiéndole una alerta migratoria para evitar su fuga. Se esperaba que el exgobernador fuera trasladado a su domicilio en Puebla la noche del sábado.
Lydia Cacho, quien ha sido una defensora incansable de los derechos humanos, utilizó sus redes sociales para alertar sobre la liberación de Marín. Su mensaje ha resonado fuertemente entre quienes consideran que la medida es un retroceso en la lucha contra la impunidad en México.